Conducción ósea vs. In-Ear bajo el agua: ¿quién gana en comodidad y seguridad?
Si nadás regularmente, sabés lo molesto que puede ser tener que acomodar los auriculares cada dos largos. Y ni hablar del riesgo de infecciones o el aislamiento total del entorno. Por suerte, hoy existe una tecnología que resuelve todo eso: la conducción ósea. Pero, ¿realmente es mejor que los in-ear tradicionales?
¿Cómo funcionan los auriculares in-ear?
Los auriculares in-ear se insertan en el canal auditivo y transmiten el sonido directamente al tímpano a través del aire. Su objetivo principal es aislar el sonido exterior para ofrecer una experiencia inmersiva. Sin embargo, en el contexto de la natación, esto puede ser contraproducente.
🔻 Se sueltan fácilmente al nadar.
🔻 Pueden causar acumulación de humedad y cerumen.
🔻 Aíslan completamente: no escuchás a tu entrenador ni alertas alrededor.
¿Qué es la conducción ósea y por qué es diferente?
La tecnología de conducción ósea transmite el sonido a través de las vibraciones del hueso temporal directamente al oído interno, sin necesidad de bloquear el canal auditivo. Se apoyan en el hueso, por fuera de la oreja. ¿Qué significa esto en la práctica?
✅ Dejan los oídos completamente libres.
✅ Son más higiénicos y cómodos a largo plazo.
✅ Permitís el ingreso de sonidos externos (entrenador, entorno).
Comparativa rápida 🆚
¿Qué dicen los que probaron ambos?
Conclusión – ¿Cuál es mejor para vos?
Si estás buscando una forma de entrenar con música sin descuidar tu salud auditiva ni tu rendimiento, la conducción ósea es una alternativa que vale la pena conocer.
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